Ya ha pasado un curso, y ayer hice tres de las cuatro partes que tiene el examen de inglés. Parece mentira como pasa el tiempo y lo fácil que es no aprovecharlo bien.
Y ese es el gran problema que siempre he tenido desde que empecé a estudiar oposiciones. Sobre mí cae la culpa de no haberme presentado nunca a una oposición bien preparado. Hay circunstancias en la vida que te hacen ver las cosas de otra forma o, por mencionar los famosos pilares, pilares que en un momento tienen mayor importancia que otros.
En mi primera oposición (2004), solo me presentaba para ver como era, estaba trabajando en el bar y no quería sacarme una oposición sin saber si en verdad valía o no para profesor. Así pues, como trabajo tenía y no sabía si valía en el otro, intenté hacer lo que bien pude y ya está.
En la segunda oposición (2006) más o menos la cosa estaba igual. Pero algo había cambiado. Mi madre se tuvo que enfrentar a un cáncer de mama, y de pronto lo primordial cambió en mi vida. Consideraba una locura gastar un año de mi vida en prepararme una oposición, y dejar de asistir a cosas con mi familia y amigos. En mi mente estaba la clara idea de que la vida son dos días y que no podía aplazar las cosas.
Tras esta oposición y casi a punto de hacer la siguiente empecé a trabajar. Descubrí qué era aquello de enseñar y cómo me apasionaba. En esa sustitución no me importó coger el coche, levantarme temprano... Por primera vez fui feliz haciendo algo que me gustaba. Tan a gusto estaba que cuando recibí mi primer sueldo me sentí culpable, ¿cómo podía ser que me estuvieran pagando por hacer algo que me gustaba y con lo que disfrutaba? También tengo que decir que venía de estar muchísimos años trabajando muchas horas al día y recibiendo una mísera paga que se compensaba porque vivía y comía allí. Fue la primera vez que tenía claro que ésa era mi vocación y que quería sacarme las oposiciones, pero fue un poco tarde. A esas alturas era imposible sacármelas.
Con las ideas más claras y ya conociendo la vida de un instituto hice mi tercera oposición (2008) donde tenía claro que las siguientes serían las mías.
Si esto fuera un cuento me tocaría decir que estudié mucho y que conseguí sacármelas en el 2010, pero lo que hice durante esos dos años fue trabajar mucho y no tener casi tiempo de estudiar. Y es lo que tiene cuando te gusta tu trabajo. Durante el año de las oposiciones estuve en 8 centros y en cada uno de ellos con compañeros, alumnos y dinámicas diferentes. Tenía que prepararme clases, calificar alumnos, adaptarme, conocer... A mí me gustaba mi trabajo y entre hacerlo bien o sacarme la oposición decidí lo primero.
Y llegó la que yo consideraba que iba a ser la definitiva, la gran oposición del 2012. Había cogido una sustitución para todo el año, en un sitio lejos de Murcia por lo que debería quedarme allí a vivir y así poder prepararme bien...
Primero los problemas económicos de mi familia, donde yo tuve que darles todo el dinero ahorrado de esos años, motivo por el que me tocaba ir y venir todos los días gastando 3 horas en el coche. Y segundo la gran palabra crisis, recortes y evidentemente la no convocatoria de la oposición. A partir de ahí llegaron otras cosas, pero el pilar trabajo se fue debilitando.
Mi siguiente oportunidad fue en el 2015 y para colmo creo que hice el mayor ridículo que una persona puede hacer. Me pusieron en una de las partes un cero, y de ahí que incluso pensara en dejarme esta profesión.
Me planteé que me tiraría dos años estudiando, que intentaría hacer las de Andalucía con la intención no de aprobar sino de no perder la costumbre, y que las mías serían las del 2017. Como ya he dicho ha pasado un año y veo que otra vez el tiempo se me ha escapado de las manos. Si es verdad que este año he hecho algunas cosas, pero cuando ves tanta dilatación es como que de pronto todo encoge y lo que era mucho tiempo ha pasado en un abrir y cerrar de ojos.
Yo no quiero convertirme en el eterno opositor, ni quiero estar año tras año, como llevo desde el 2012, con trabajo intermitente.
En verdad lo que ahora necesito es una estabilidad, un proyecto de vida, una ilusión ... y para todo esto necesito cambiar un poco todo. No es tanto encontrar la estabilidad económica (durante estos años he aprendido a vivir con poco dinero e incluso ahorrar) sino avanzar y tener en perspectiva nuevas metas. Creo que necesito tener un proyecto profesional y llevarlo a cabo, dar el paso a poder irme de mi casa y hacer mi vida (es necesario abandonar el nido y esa zona de confort que da para crecer). Me encantaría poder ser yo el que le propusiera al Ñajo viajes, salidas o irnos a vivir juntos sin que tuviera que ser él el que lo pagara todo....
Es, en definitiva, la necesidad de evolucionar y es la meta para mi 2017. Desde aquí dejo a vuestro cargo el apoyarme y el conseguir que así sea. ¿Quién no quiere ayudar a un eterno opositor para que deje de serlo?
POR MI VENTANA: parece que está nevando. Los chopos ya están soltando sus jopos blancos y todo esta lleno de copos. Es la nevada del verano....
Y como no, para terminar, alguna fotillo interesante...